Myriam Urzúa, titular de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México (SGIRPC), informó que 13 inmuebles resultaron afectados, nueve multifamiliares y cuatro unifamiliares, presentando grietas como consecuencia de los movimientos telúricos.
La funcionaria, durante su comparecencia en la comisión de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil del Congreso capitalino, expuso que la SGIRPC se ha reunido con los vecinos afectados para establecer rutas de atención. En estas mesas de trabajo participaron diversas instituciones como la Comisión para la Reconstrucción, la Procuraduría Social y el Instituto de Vivienda de la Ciudad de México (INVI).
Urzúa detalló que se ofreció a los afectados un programa de mejoramiento conjunto por parte del INVI, con un plazo de 30 años para pagarlo, sin intereses y un máximo de 300 mil pesos. Este programa busca brindar a los vecinos un apoyo para reparar los daños causados por los microsismos.
En algunos casos se les ofreció un programa de mejoramiento en conjunto, por parte del INVI, que es un programa a 30 años plazo para pagarlo, sin intereses y un máximo de plazo de 300 mil pesos, detalló Urzúa.
Además del apoyo económico, los vecinos reciben la orientación de un Director Responsable de Obras, para realizar los estudios necesarios que permitan reparar las grietas. El INVI ofrece beneficios adicionales a los propietarios que paguen antes del plazo establecido, otorgando descuentos, así como a quienes no tienen capacidad de pago.
Para comprender con mayor precisión la causa de las grietas y sus posibles consecuencias, la SGIRPC ha contratado dos estudios, uno con el Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y otro con el Instituto de Ingeniería de la UNAM.
Tenemos dos estudios en este momento en proceso que ya los iniciamos desde noviembre uno y se febrero de este año el otro, en donde nosotros lo que queremos es tener verdaderamente tener claro qué es lo que está pasando con estas grietas y cuáles podrían ser las consecuencias, afirmó Urzúa.
La funcionaria destacó que las fallas geológicas que generaron los microsismos no son nuevas, sino que datan de miles de años.