La noche del miércoles, en la colonia Ampliación Benito Juárez en Naucalpan, Estado de México, los cimientos del inmueble comenzaron a emitir ruidos extraños que alertaron a los residentes. Las paredes se agrietaron y partes del muro de contención se desprendieron, provocando un pánico generalizado.
La situación se agravó cuando una nube de polvo salió de la parte baja del edificio, visible en videos compartidos en redes sociales. Las imágenes muestran a los residentes alertando a otros a salir rápidamente mientras se observan dos cintas rojas ondeando por el viento, acordonando la entrada del edificio.
Ante la inminente amenaza, elementos del Heroico Cuerpo de Bomberos y Protección Civil acudieron al lugar. La prioridad era la seguridad de los residentes, por lo que se ordenó la evacuación del edificio. Los habitantes, con el miedo grabado en sus rostros, abandonaron sus hogares para ponerse a salvo.
El temor por la seguridad de sus pertenencias y el futuro inmediato se reflejaba en las expresiones de las personas desalojadas. Ante la incertidumbre, solicitan a las autoridades la habilitación de un refugio temporal mientras se determina su situación.
La tragedia del edificio en construcción no es un caso aislado. Desde finales de julio, Naucalpan ha sido escenario de diversos fenómenos naturales, incluyendo movimientos telúricos. Los constantes temblores y estruendos en la colonia Praderas de San Matero han generado preocupación entre los habitantes. La Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán y el Servicio Sismológico Nacional (SSN) de la UNAM se han unido para investigar el origen de estos eventos.
El Instituto de Investigaciones Geológicas y Atmosféricas (IIGEA) confirmó a principios de septiembre la existencia de una falla geológica en la zona, lo que podría explicar los movimientos telúricos. Los residentes reportan vibraciones que se presentan principalmente en la noche y han provocado grietas en sus casas y calles. El IIGEA continúa con las investigaciones en la zona, y ha detectado sismos de menor magnitud en otras áreas de Naucalpan, como Chiluca, Cipreses y Esmeralda.