Desde hace años, el IMSS ha sido víctima de un contubernio entre cuatro empresas farmacéuticas: Casa Marzam, Casa Saba, Fármacos Nacionales y Asociación de Distribuidores de Productos Farmacéuticos de la República Mexicana. Durante una década, estas empresas se han dedicado a manipular los precios de los medicamentos y restringir el acceso a las farmacias, beneficiándose a costa del bolsillo de la población.
El IMSS, consciente de la gravedad de la situación, presentó una denuncia ante la Cofece en 2016. Desde entonces, ha mantenido una estrecha colaboración con la comisión, trabajando en conjunto para combatir estas prácticas ilegales. La institución ha proporcionado información valiosa a la Cofece sobre investigaciones de mercado, procedimientos de contratación y denuncias de actos anticompetitivos.
"No cederemos ante quienes han visto afectados sus intereses por incurrir en actos que lesionan el patrimonio del Seguro Social", declaró el IMSS en un comunicado. "Nuestro compromiso con la transparencia y la política de cero tolerancia ante prácticas que pongan en riesgo el uso eficiente de los recursos públicos y lesionen la salud de la población es firme."
La Cofece, por su parte, ha presentado la primera demanda de acción colectiva en contra de las cuatro empresas farmacéuticas. La demanda busca responsabilizar a las empresas por sus acciones y obligarlas a compensar a la población por los daños causados.
El IMSS espera que esta demanda sirva como un precedente para combatir la corrupción y la impunidad en el sector farmacéutico, asegurando el acceso a medicamentos a precios justos para toda la población.