Sin embargo, la información proporcionada hasta el momento sobre la implementación del programa ha generado inquietudes entre especialistas y la población en general. Se exige un enfoque claro y estructurado para evitar que las visitas se conviertan en simples actos de cortesía sin un impacto real en la salud de los beneficiarios.
Es fundamental que el gobierno defina con precisión las estrategias para asegurar la efectividad del programa "Casa por Casa" y garantizar que las visitas a los hogares no sean solo un acto protocolario.
Entre las medidas que se requieren para el éxito del programa destacan:
- Establecimiento de protocolos claros: Definir objetivos específicos, indicadores de éxito y procedimientos para atender las necesidades detectadas durante las visitas.
- Capacitación del personal: Garantizar que el personal que realiza las visitas tenga la preparación necesaria para identificar riesgos de salud, brindar información clara y precisa sobre servicios y recursos disponibles, y realizar un seguimiento adecuado de los casos.
- Integración con el sistema de salud: Establecer mecanismos para que las necesidades identificadas en las visitas se traduzcan en acciones concretas del sistema de salud, como acceso a consultas médicas, medicamentos, rehabilitación o programas de apoyo social.
- Participación ciudadana: Fomentar la participación de las comunidades y organizaciones que trabajan con adultos mayores y personas con discapacidad para que puedan colaborar en la identificación de necesidades y la evaluación del programa.
La falta de detalles concretos sobre la implementación del programa "Casa por Casa" genera incertidumbre sobre su eficacia real. Se requiere mayor transparencia y un enfoque integral para garantizar que las visitas se traduzcan en una atención integral y efectiva a las necesidades de salud de los adultos mayores y personas con discapacidad.
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