El sonido estridente de las alarmas resonó por los pasillos del Centro Médico de Los Mochis a las 10:02 de la mañana. Un escalofrío recorrió la espalda de los presentes, pero no era un ataque real. Se trataba de un macrosimulacro de emergencia, una prueba de fuego para el personal del hospital.
En cuestión de segundos, el edificio se vació. Médicos, pacientes y personal administrativo, algunos con expresiones de sorpresa, abandonaron sus labores. La simulación de un incendio en el área de laboratorio ponía a prueba la capacidad de respuesta del hospital.
La evacuación fue un éxito. En 2 minutos y 7 segundos, todos habían abandonado el edificio, siguiendo las indicaciones del equipo médico. Un detalle memorable se produjo durante el ejercicio: el "nacimiento" de Anaís, una pequeña que, en la simulación, vio la luz en plena emergencia.
- 6 minutos para la normalidad: El equipo médico, con una precisión admirable, fue capaz de retornar al hospital a su funcionamiento habitual en tan solo seis minutos.
- 13 minutos para la evaluación: Después de la evacuación, se realizó una exhaustiva revisión de la seguridad del inmueble, un proceso que tomó 13 minutos.
La coordinación entre los diferentes departamentos del hospital y la participación de los organismos de emergencia, como Cruz Roja, SUMMA, Bomberos, Protección Civil, Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, fueron vitales para la eficiencia del simulacro.
Este cuarto macrosimulacro realizado en el Centro Médico de Los Mochis fue una muestra de la constante preparación del personal para enfrentar cualquier eventualidad. La experiencia demostró que la capacitación y el trabajo en equipo son esenciales para la seguridad de pacientes y trabajadores.