La noche del domingo en Greenspoint, al norte de Houston, se convirtió en un escenario de adrenalina y riesgo para la policía local. Todo comenzó en el estacionamiento del centro comercial Greenspoint, donde un Chevy Suburban blanco se convirtió en el centro de atención.
Los oficiales, en medio de su labor de vigilancia, se percataron de que varios vehículos, incluido el Suburban, circulaban de forma temeraria. La situación escaló cuando, al intentar detener al Suburban, la persecución se tornó en una carrera contra reloj.
El Chevy Suburban, lejos de detenerse, emprendió una huida a toda velocidad, desafiando las normas de tránsito y poniendo en riesgo la seguridad de los transeúntes. Su conductor, sin importarle las luces y sirenas de la policía, se esquivó entre el tráfico, desafiando la autoridad. La situación se tornó dramática cuando el vehículo policial, en un intento por detener al Suburban, perdió el control. Tras un fuerte impacto contra una barrera de hormigón y una cañería de agua, la patrulla terminó volcada en una zanja, sumergida en un charco de agua.
El impacto causó lesiones a los dos oficiales que se encontraban en el interior del vehículo, quienes, afortunadamente, fueron trasladados al hospital y se espera que se recuperen. "Estamos en el pantano cerca de Greenspoint Drive", se escuchaba en las transmisiones por radio, mientras los oficiales solicitaban asistencia médica.
A pesar del intenso operativo, el conductor del Suburban logró escapar. La División de Delitos Vehiculares del HPD ha pedido la colaboración ciudadana para dar con el paradero del sospechoso.