El foco se centraba en el Congreso del Estado de Chiapas, donde se debatían reformas cruciales al Código Civil. Actores clave como la diputada Marcela Castillo de Morena y el diputado Luis Ignacio Avendaño Bermúdez, presidente del Congreso del Estado, se encontraban en el epicentro de la discusión. Sus intervenciones, matizadas por argumentos a favor de la igualdad, preparaban el terreno para un anuncio histórico.
Con 30 votos a favor y 4 abstenciones, se aprobó una modificación trascendental: la legalización del matrimonio igualitario en Chiapas. "Hoy estamos corrigiendo una omisión histórica," afirmó la diputada Castillo, haciendo eco del sentimiento generalizado de una comunidad que luchó por décadas por la plena igualdad ante la ley. El presidente del Congreso, por su parte, recalcó: “Aquí no estamos para prohibir. Bienvenida la Nueva Era y con ello bienvenidas estas reformas con las que se atienden las demandas sociales y que hacen más grande la esfera de derechos para las personas”.
Las reformas, que impactan en los artículos 144, 145, 169 y 174 del Código Civil, no solo definen el matrimonio como la unión de dos personas sin importar su orientación sexual, sino que también clarifican aspectos relacionados con la mayoría de edad para contraer matrimonio, la administración de bienes y los derechos de los cónyuges.
La diputada Elvira Catalina Aguiar, destacó la importancia de esta reforma como un paso fundamental hacia la igualdad y la justicia social a la comunidad LGBTQ+, asegurando que "esta modificación permitirá que todas las personas puedan disfrutar de los mismos derechos y beneficios que las personas heterosexuales". Con esta aprobación, Chiapas se convierte en el penúltimo estado en unirse a la ola de igualdad, dejando a Chihuahua como el único estado pendiente de aprobar una legislación similar a nivel nacional.
La modificación al artículo 144, por ejemplo, ahora define el matrimonio de manera inclusiva: "el matrimonio es la unión de dos personas que deciden compartir un proyecto de vida mutua con ánimo de permanencia y cooperación". Este cambio sutil, pero significativo, refleja un avance considerable en la consolidación de los derechos humanos en México.