Y una tradición que resuena con fuerza en muchos hogares mexicanos es la del encendido de velas, un acto cargado de simbolismo que se extiende más allá de una simple costumbre.
Este año no es la excepción. La costumbre de encender doce velas, una por cada mes, se mantiene viva. Pero, ¿qué hay detrás de esta práctica? No se trata sólo de una bonita imagen; cada vela representa un aspecto específico de nuestra vida, una intención, un deseo para los meses venideros.
La tradición, según Dora Méndez, experta en rituales y costumbres mexicanas, se basa en la interpretación de la luz como símbolo de guía y claridad. Cada llama encendida es una invitación a la prosperidad y al bienestar.
Pero, ¿qué color elegir para cada mes y qué significa cada uno? Aquí te presentamos algunos de los significados más comunes:
- Amarilla y Azul (Sur): Prosperidad económica y éxito profesional. Ideal para ubicarlas en la zona sur de la casa.
- Verde: Salud. Acompañar el encendido con la repetición de la frase “Deseo tener buena salud” potencia su efecto.
- Roja: Amor y pasión. Si tienes pareja, enciéndela en su habitación; si no, en la tuya, cerca de una foto.
- Dorada: Para saldar deudas. Encenderla junto a billetes puede aumentar su efecto.
- Rosada: Atraer el amor. Encenderla en áreas comunes aumenta las posibilidades de encontrar pareja.
- Morada: Armonía y paz. Ayuda a equilibrar energías y a resolver conflictos.
- Naranja: Éxito y alegría. Ideal para quienes buscan un año lleno de logros.
- Blanca: Bondad, pureza y paz interior.
- Colores del Arcoíris: Simbolizan nuevos comienzos y un cambio radical.
Más allá de las interpretaciones, el acto de encender cada vela, de concentrarse en la intención detrás de cada color y de visualizar los deseos para el nuevo año, representa un momento de reflexión, un espacio para conectar con uno mismo y proyectar las energías positivas hacia el futuro. Es una tradición que trasciende lo material, un ritual que invita a la introspección y a la esperanza.
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