Putin y Trump en Alaska: el polémico plan de paz que divide a Ucrania

"Se habló de intercambios territoriales, pero no como gesto de buena voluntad, sino como cálculo estratégico", confesó uno de los informantes bajo condición de anonimato. Los detalles, filtrados a Reuters, pintan un escenario donde Moscú exigiría a Kyiv renunciar a territorios clave a cambio de zonas ocupadas de menor valor militar.

El núcleo de la propuesta rusa:

• Ucrania abandonaría por completo las regiones de Donetsk y Lugansk
• Rusia congelaría las líneas del frente en Jersón y Zaporiyia
• Devolución simbólica de áreas en Sumy y Járkov (440 km²)

Lo que Putin realmente busca va más allá de los territorios. Tres exigencias clave emergieron durante las conversaciones: reconocimiento internacional de Crimea como rusa, levantamiento parcial de sanciones económicas y veto permanente al ingreso ucraniano a la OTAN. "Es un paquete diseñado para estrangular la soberanía de Kyiv a largo plazo", analizó un diplomático europeo.

Volodímir Zelenski, quien viajará esta semana a Washington, ya rechazó públicamente ceder Donetsk. La región, convertida en bastión defensivo, alberga trincheras y sistemas de misiles que protegen el corazón del país. Mientras, el Kremlin insiste en mantener el estatus del ruso como lengua oficial y libertad para la Iglesia Ortodoxa vinculada a Moscú.

Trump calificó el diálogo como "productivo", pero admitió que todo depende de que Ucrania acepte condiciones que, hoy por hoy, parecen incomibles. El tira y afloje continúa, con drones rusos bombardeando ciudades ucranianas mientras los líderes mundiales miden fuerzas en mesas de negociación.

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