Cerca del kilómetro 125, a las 00:58 horas de este martes, un autobús de la línea GTB Norte de Sinaloa, con destino a Culiacán, se convirtió en el epicentro de una emergencia. En su interior, 20 pasajeros, que habían partido desde Tijuana, Baja California, se vieron sorprendidos por un incendio que abrasó el vehículo en cuestión de minutos.
La activación del Código Rojo movilizó a las autoridades. Se coordinó un operativo de respuesta inmediata que incluyó a la Policía Municipal de Caborca, la Policía Estatal de Seguridad Pública (PESP), paramédicos de la Cruz Roja Mexicana y el cuerpo de Bomberos. Sus esfuerzos conjuntos fueron cruciales para controlar las llamas y evitar una tragedia de mayores consecuencias.
"La rápida respuesta fue fundamental", comentó un testigo al periódico local, subrayando la eficacia del trabajo coordinado de los servicios de emergencia. Afortunadamente, todos los pasajeros lograron evacuar el autobús antes de que el fuego se propagara completamente. Ninguna víctima fatal ni heridos de gravedad fueron reportados.
Las causas del incendio aún están bajo investigación por la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES). Si bien se especula sobre una posible falla mecánica, las autoridades se mantienen herméticas hasta concluir la investigación, analizando exhaustivamente el estado del vehículo y el historial de mantenimiento. Los pasajeros, tras el susto, fueron trasladados a otro autobús para continuar su viaje a Culiacán. La empresa GTB Norte aún no se ha pronunciado oficialmente sobre el incidente.
El incidente, si bien generó alarma entre los habitantes de la región, sirvió también para destacar la importancia de la preparación y coordinación de los servicios de emergencia en situaciones de alto riesgo. La eficacia del trabajo conjunto permitió minimizar el impacto de este suceso imprevisto.