El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha generado inquietud. Su promesa de un "muro arancelario" con un impuesto generalizado del 25% sobre las importaciones mexicanas, condicionado al control del narcotráfico y la migración, ha puesto en alerta a todos. La moneda mexicana cerró la semana con una depreciación de 0,37%, cotizando alrededor de 20,79 pesos por dólar, llegando incluso a un máximo de 20,93 pesos por dólar, niveles no vistos desde julio de 2022. Esta depreciación, que acumula ya cuatro semanas consecutivas, podría intensificarse tras la investidura de Trump.
Ante esta amenaza, el gobierno de Claudia Sheinbaum ha respondido con una estrategia multifacética. Se ha propuesto un plan para sustituir importaciones asiáticas con productos de la región norteamericana. Además, se impuso un arancel del 19% a productos importados de países como China a través de plataformas online como Temu o Shein. "Una medida estratégica para defender nuestra economía," afirmó un miembro del gabinete, en declaraciones no oficiales.
El gobierno mexicano ha reforzado la colaboración con Estados Unidos y Canadá, defendiendo la integración comercial bajo el TMEC. También se ha incrementado el decomiso de fentanilo y productos piratas provenientes de China. La mandataria aseguró tener un plan elaborado en caso de deportaciones masivas, esperando los anuncios oficiales de Trump para revelarlo. Se recalcó que una guerra arancelaria perjudicaría a ambos países y encarecería los productos para el consumidor estadounidense.
El impacto potencial es significativo. Las exportaciones mexicanas a Estados Unidos, que representan más del 80% de sus envíos globales (más de 466.000 millones de dólares), incluyendo vehículos, autopartes, equipo médico y electrónico, bebidas, y productos agrícolas, están en riesgo. También se ven comprometidos los flujos de remesas (más de 5.400 millones de dólares a noviembre de 2024) y la inversión estadounidense en México (14.474 millones de dólares a noviembre de 2024, el 41% del total de Inversión Extranjera Directa).
La amenaza de aranceles pone en riesgo el TMEC, un acuerdo comercial vital para la región. Sheinbaum ha defendido la importancia del tratado, destacando su beneficio para Estados Unidos en términos de empleo y producción. “México, Estados Unidos y Canadá nos complementamos. Si fortalecemos nuestra región, seremos más competitivos frente a otras áreas del mundo,” declaró. Un arancel del 25% impactaría fuertemente a sectores clave como el automotriz y las manufacturas, afectando la inversión y la creación de empleos.
Las perspectivas de crecimiento económico de México para este año se han revisado a la baja por varios organismos internacionales, con el FMI pronosticando un crecimiento de solo 1.4%. Expertos como Ignacio Martínez Cortés de la UNAM prevén volatilidad financiera y un cambio importante en la relación comercial bilateral. Alfredo Coutiño de Moody’s Analytics anticipa una implementación gradual de las medidas proteccionistas de Trump, mientras que Julio Ruiz de Citi destaca la incertidumbre actual y la importancia de las negociaciones sobre migración, drogas y la presencia china en el comercio.
El panorama es complejo y desafiante. La estrategia del gobierno mexicano deberá ser efectiva para mitigar el impacto de las potenciales medidas proteccionistas de la administración Trump y mantener la vital relación comercial con Estados Unidos.