Un día aparentemente normal, hasta que la tranquilidad se vio interrumpida por el sonido de disparos, un eco que resonaría en la memoria de los vecinos por mucho tiempo.
El lugar: una moflera llamada “Los Chatos”, ubicada en la calle Cañón Palmeras. A las 14:15 horas, la calma se rompió. Dentro del negocio, la vida de un joven de 17 años se apagó abruptamente.
Según el reporte policial, el menor recibió impactos de bala en el tórax. Los paramédicos de Cruz Roja llegaron al lugar, pero lamentablemente, ya era demasiado tarde. "Al llegar, ya no contaba con signos vitales", confirmaron las autoridades.
El joven vestía una sudadera negra, pantalón azul y botas de trabajo negras con amarillo; detalles que ahora forman parte de la investigación. En la escena del crimen, se encontraron cuatro casquillos percutidos calibre 9 milímetros, una evidencia clave que las autoridades analizarán minuciosamente.
La zona fue acordonada inmediatamente, dando paso al protocolo de investigación correspondiente. El silencio que siguió a los disparos fue ensordecedor, un silencio que contrastaba con la gravedad de los hechos ocurridos. La Fiscalía General del Estado de Baja California se hará cargo de las diligencias para esclarecer este lamentable suceso.
Ahora, la calle Cañón Palmeras guarda el eco del pasado, un eco que permanece como un doloroso recordatorio en la memoria de la colonia Ciudad Jardín.