En medio de este contexto, Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, mantuvo una conversación crucial con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, el sábado 3 de febrero. La plática, según reveló Sheinbaum en su conferencia matutina, giró en torno a la respuesta mexicana a los aranceles del 25% impuestos por Donald Trump a las importaciones de México y Canadá.
“Tuvimos una conversación el día del anuncio de los aranceles… Él me preguntó cuál era nuestra decisión, le dije que en el tema de poner aranceles todavía no teníamos una definición,” explicó Sheinbaum. En ese momento, la mandataria ya sabía que haría un anuncio importante, anticipando la pausa de un mes en la aplicación de los aranceles a México, un acuerdo alcanzado tras una llamada telefónica con Trump.
Mientras Canadá anunciaba represalias con aranceles equivalentes a 155 mil millones de dólares en comercio con Estados Unidos, el “plan B” de México, que Sheinbaum había prometido presentar, quedó momentáneamente en suspenso. La estrategia de despliegue de 10,000 elementos de la Guardia Nacional en la frontera, negociada con Trump, parece haber sido un factor clave en la decisión del presidente estadounidense.
La conversación entre Sheinbaum y Trudeau también tuvo lugar en un contexto de tensión preexistente entre México y Canadá, particularmente tras las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre. Algunos políticos canadienses, especialmente del Partido Conservador, habían presionado para la exclusión de México del T-MEC, en un intento por evitar represalias de Trump. Ahora, “quedamos en mantenernos en comunicación con Canadá,” concluyó Sheinbaum.
Los detalles de la conversación entre ambos líderes, incluyendo las posibles consecuencias a largo plazo de esta tregua temporal, seguirán siendo objeto de análisis por analistas políticos y económicos en los próximos días. La situación sigue en desarrollo, y la incertidumbre sobre la estrategia definitiva de México persiste.