Procedentes de diversos países, incluidas Guatemala, Honduras y Venezuela, estos menores han encontrado un amparo temporal en el Cennam mientras atraviesan el difícil camino de la migración. Entre 2022 y 2024, el número de niños atendidos se disparó, pasando de 556 a 1.156, lo que refleja el aumento de la presión migratoria en la región.
El Cennam ha extendido las estadías hasta más de seis meses para brindar el apoyo necesario mientras se resuelven los trámites legales. El papel del Cennam va más allá de proporcionar alojamiento: evalúa las redes familiares, gestiona los trámites migratorios e implementa planes para restituir los derechos de los menores vulnerables.
El Centro es un faro de esperanza para estos jóvenes en su viaje hacia un futuro más seguro. La divulgación de estos datos es el resultado de una solicitud ciudadana que ha llevado a una mayor transparencia, permitiendo una mejor toma de decisiones para proteger a los niños migrantes.
México, como país crucial en las rutas migratorias, tiene una responsabilidad ineludible de salvaguardar los derechos de estos jóvenes, que representan casi la mitad de la población migrante global.