Sin embargo, una mirada más crítica revela aspectos a cuestionar.Si bien el porcentaje alcanzado parece satisfactorio, el 4,2% restante genera inquietudes. Este porcentaje representa medicamentos de bajo volumen, pero ¿es suficiente justificación para dejarlos sin proveedor? ¿No sugiere esto una falta de planificación o dificultades en la negociación con la industria farmacéutica?La compra complementaria, aunque ha distribuido 42 millones de piezas, no resuelve el problema de fondo del retraso en la adjudicación principal.
¿Por qué recurrir a un plan B si el objetivo de la compra consolidada era evitar este tipo de situaciones? El abasto completo prometido para marzo de 2025 suena optimista. La segunda licitación, que abarcará el 4,2% pendiente, se extenderá hasta abril, lo que plantea dudas sobre la viabilidad de un suministro puntual y completo para la fecha establecida.La historia de compras consolidadas en México está marcada por retrasos y desabasto.
La promesa de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo genera escepticismo en quienes no comparten la narrativa oficial.El reporte presentado ofrece una visión parcial y optimista. Si bien se han logrado avances, las reservas sobre su implementación efectiva, los retrasos y las soluciones improvisadas plantean interrogantes sobre la capacidad real de este programa para garantizar el suministro de medicamentos a la población mexicana. El tiempo y el abasto efectivo a partir de marzo serán los jueces finales.