"Cuando salgo del trabajo, reviso tres veces que la puerta del auto esté cerrada con seguro", comparte Adriana, una contadora de 28 años que diario recorre 15 kilómetros entre el Edomex y la CDMX. Su testimonio refleja lo que las estadísticas confirman: las mujeres perciben mayor inseguridad (68.5%) que los hombres (56.7%), una brecha que se ensancha en espacios cotidianos:
- 2 de cada 10 mujeres no se sienten seguras dentro de sus propias casas
- 3 de cada 10 temen por su integridad en el trabajo
- El transporte público y parques aparecen como zonas rojas en el imaginario colectivo
El mapa del miedo traza fronteras claras entre ciudades. Mientras en
Culiacán y Ecatepec más del 90% de los habitantes viven con el piloto de alerta encendido, municipios como
San Pedro Garza García registran niveles de
percepción de inseguridad menores al 15%. La radiografía urbana revela patrones inquietantes:
Top 3 ciudades con mayor percepción de inseguridad:
- Culiacán Rosales: 90.8%
- Ecatepec de Morelos: 90.7%
- Uruapan: 89.5%
Top 3 ciudades con menor percepción:
- San Pedro Garza García: 11.0%
- Piedras Negras: 16.9%
- Benito Juárez (Quintana Roo): 22.0%
Los especialistas señalan que esta divergencia no solo refleja realidades delictivas distintas, sino también
el acceso diferenciado a estrategias de prevención y justicia. Lo que comenzó como cambios de hábitos -dejar de salir de noche o evitar ciertas rutas- ahora cristaliza en una desconfianza estructural hacia las instituciones.
El termómetro social marca dos trimestres consecutivos de incremento en esta percepción, revirtiendo los avances de 2024. Detrás de los porcentajes hay rostros que modifican su vida: padres que ya no dejan jugar a sus hijos en la calle, comerciantes que invierten en cámaras de vigilancia, jóvenes que descargan apps de emergencia antes de salir a una cita. La seguridad, ese concepto abstracto, se mide hoy en gestos concretos de supervivencia urbana.
Facebook
Whatsapp
Linkedin
Pinterest