Mientras la Presidenta enfatiza el fortalecimiento de la seguridad nacional mexicana y la colaboración contra el fentanilo, algunos cuestionan si este despliegue cede ante las presiones estadounidenses. La mención de apoyo adicional en carreteras y regiones fronterizas no disipa del todo las inquietudes sobre una posible interferencia extranjera. La comparación con un despliegue anterior de 36,000 elementos plantea más preguntas que respuestas.
La falta de claridad sobre la distribución y las funciones específicas de los nuevos efectivos alimenta la especulación. Estados Unidos se compromete a investigar el tráfico de armas hacia México, pero los escasos detalles sobre cómo se implementará esta investigación generan escepticismo. La historia muestra acuerdos incumplidos y acciones unilaterales, lo que hace cuestionar la verdadera efectividad de la cooperación.El acuerdo presenta un panorama complejo y controvertido.
La lucha contra el fentanilo es crucial, pero las medidas de seguridad fronteriza deben examinarse críticamente. Los datos imprecisos, las responsabilidades poco definidas y la falta de reciprocidad ponen en duda el equilibrio entre cooperación y autonomía nacional. El debate sobre estas consideraciones continuará a medida que se evalúen los resultados del acuerdo a largo plazo.