Economía Mexicana: Estabilidad Aparente, Riesgo Inminente

El martes 4 de febrero de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, durante su conferencia matutina, abordó la amenaza de aranceles estadounidenses a productos mexicanos. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, centró su discurso en el daño que un arancel del 25% causaría a los consumidores estadounidenses: “El alza de precios en autos, computadoras, televisores… impactaría a millones de hogares”, dijo. Esta estrategia comunicacional, sin embargo, deja entrever una cierta omisión: la falta de un análisis profundo sobre el impacto en México.
La mandataria mencionó la existencia de planes de contingencia –“Planes A, B y C”– pero sin ofrecer detalles. Esta falta de transparencia genera inquietud, especialmente considerando el pasado reciente. ¿Son estos planes una verdadera estrategia de mitigación o simplemente un ejercicio de relaciones públicas?
La confianza depositada en datos económicos, provenientes del Banco de México y el INEGI, presenta ciertas lagunas. Si bien los indicadores muestran una economía aparentemente sana, se obvian posibles factores externos que podrían desestabilizarla. ¿Reflejan esos datos la realidad completa o una parte seleccionada para transmitir optimismo?
Finalmente, la apuesta al diálogo con Estados Unidos como solución principal, resulta preocupante. Se habla de comunicación constante, pero faltan detalles concretos sobre los avances en las negociaciones. Depender exclusivamente del diálogo sin mostrar acciones adicionales genera una sensación de incertidumbre. ¿Es el diálogo una estrategia sólida o un escudo para una falta de planificación más profunda?
La situación, en resumen, presenta una complejidad que trasciende los datos oficiales. El gobierno mexicano ha optado por una narrativa centrada en el impacto en Estados Unidos, minimizando —al menos aparentemente— la potencial vulnerabilidad interna. El futuro, en este contexto, permanece incierto.