Este reajuste estratégico se centra en el Operativo Frontera Norte, que implica la movilización de 10,000 elementos de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano. Esta significativa fuerza se destinará a reforzar la seguridad en la frontera norte del país, respondiendo a acuerdos bilaterales con Estados Unidos enfocados en el combate al tráfico de fentanilo y la migración irregular.
La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, en conferencia de prensa, aclaró un punto crucial: “Es un despliegue que no deja sin seguridad al resto del país, estamos hablando de 120 mil elementos de la Guardia Nacional”. Esta declaración busca disipar cualquier preocupación sobre una posible desprotección de otras regiones del país.
Según la mandataria, este movimiento no implica una reducción de la presencia federal en otras zonas, sino una “reorientación de las fuerzas”. El General Secretario Ricardo Treviño, titular de la Defensa, diseñó un plan que permite el desplazamiento estratégico de efectivos, asegurando que la seguridad nacional se mantiene en todo el territorio. Las funciones de estas fuerzas en el norte van más allá de la vigilancia aduanera; también se enfocarán en:
- El refuerzo de la seguridad en la carretera ribereña.
- La prevención del tráfico de fentanilo, en cumplimiento con los acuerdos con Estados Unidos.
- La prevención de la introducción de armas provenientes de Estados Unidos.
El Gobierno Federal enfatiza el carácter preventivo y estratégico de este operativo, recalcando que el objetivo principal es reforzar la cooperación binacional para asegurar una frontera más segura, sin descuidar la protección de la población en todo el país.