El proyecto Kutsari, presentado el 6 de febrero de 2025 durante la conferencia matutina, promete revolucionar el panorama de la electrónica en México. Detrás de este nombre, se encuentra un ambicioso plan para la creación de un Centro Nacional de Diseño de Semiconductores, impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y que involucra a instituciones académicas de primer nivel como el INAOE, CIMESTAP, UNAM y el IPN.
La iniciativa, según la narrativa oficial, se sustenta en más de 40 años de experiencia mexicana en el diseño de semiconductores. Se busca capitalizar este conocimiento para construir, en una primera fase, un centro de diseño con viabilidad comercial inmediata; la meta a mediano plazo es un centro de fabricación. “Se trata de un paso fundamental para la soberanía tecnológica del país,” afirmó la secretaria Rosaura Ruiz Gutiérrez, enfatizando la reducción de la dependencia tecnológica extranjera y la creación de empleos altamente especializados.
La propuesta incluye una reforma a la Ley de Registro de Patentes para agilizar el proceso de protección de la propiedad intelectual mexicana. Sin embargo, surgen interrogantes. La financiación pública, aunque necesaria, plantea inquietudes sobre la transparencia en la gestión de recursos y la posible falta de eficiencia. Si bien se menciona la participación del sector privado, los detalles específicos sobre los mecanismos de colaboración y cómo se evitará la privatización o el control extranjero de la tecnología son escasos.
Otro aspecto a considerar es la focalización en la tecnología legacy. Si bien reducir la dependencia tecnológica es deseable, la concentración en un nicho específico del mercado de semiconductores, dejando de lado sectores más avanzados, genera dudas sobre el verdadero alcance del proyecto en términos de independencia tecnológica a largo plazo. La falta de información precisa sobre presupuesto, cronograma, y la participación del sector privado, sumadas a la referencia a la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien inició la iniciativa, añaden una capa de complejidad al análisis.
El proyecto Kutsari se presenta como una apuesta audaz, una oportunidad para el desarrollo tecnológico mexicano. Sin embargo, la falta de detalles cruciales y la necesaria transparencia en su ejecución son elementos que requieren una atención especial para poder evaluar con objetividad su verdadero potencial y su impacto real en el futuro.