Culiacán: El miedo del Cártel de Sinaloa al fentanilo
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Recientemente, un reportaje del Le Journal de Montréal ha sacudido los cimientos de esta aparente calma. Dos periodistas canadienses, Félix Seguin y Marc Sandreschi, se adentraron en el corazón del problema: el Cártel de Sinaloa y su vínculo con la creciente crisis del fentanilo. La entrevista a un miembro del cártel, identificado únicamente como “Pablo”, revela detalles escalofriantes.
Pablo, un sicario involucrado en el narcotráfico, describe una realidad teñida de miedo. No solo el miedo a las consecuencias letales del fentanilo —“El fentanilo es muy mortal. Incluso a mí me da un poco de miedo hablar contigo sobre el fentanilo,” confesó, ocultando su rostro tras un pasamontañas y gafas de sol— sino también el temor a la presión implacable de Estados Unidos.
La administración Trump, con su designación de un “zar del fentanilo” en Canadá y sus amenazas de medidas arancelarias a México, ha generado un efecto dominó en el seno del Cártel. “El cártel tiene miedo porque la represión contra las drogas viene de Estados Unidos,” explicó Pablo. La situación es tan grave que algunos miembros buscan desligarse del lucrativo pero peligroso negocio del fentanilo.
Sin embargo, el atractivo de las millonarias ganancias es demasiado fuerte. Pablo detalló el proceso de producción: precursores químicos provenientes de China, pasando por Rotterdam antes de llegar a laboratorios clandestinos en México. “La maquinaria puede producir entre 50 mil y 100 mil pastillas cada dos horas,” reveló, describiendo la eficiencia de la producción de píldoras azules que terminan en las calles de Estados Unidos y Canadá.
Las autoridades canadienses confirman la realidad de este flujo. El comandante Francis Renaud, de la División de Crimen Organizado de la Policía de Montreal, asegura que gran parte de las drogas incautadas en la región tienen origen mexicano. “Los cárteles mexicanos se aseguran de que les compren a ellos y no a alguien más. Necesitan asegurar una presencia aquí para que funcione como ellos quieren,” afirmó.
La entrevista, realizada a finales de noviembre y publicada en febrero, pinta un panorama complejo. La amenaza de designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras, junto con la presión constante de Estados Unidos, ha sembrado el miedo y la incertidumbre en el corazón mismo del Cártel de Sinaloa, un gigante que, por primera vez en mucho tiempo, parece sentir el peso de sus acciones.