Phoenix, az
A principios del año 2009, meses antes de que la operación Rápido y Furioso se pusiera en marcha, un funcionario mexicano fue enviado a Arizona como enlace de la agencia de donde saldría el fallido operativo.
El oficial mexicano estuvo adscrito a la división de Phoenix, Arizona, de la Oficina de Control de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos (ATF) durante toda la investigación. Por un tiempo compartió piso con los mismos agentes que llevaron a cabo la operación, pero principalmente trabajó junto al grupo de inteligencia.
Según fuentes judiciales en Washington y documentos internos de la ATF examinados en exclusiva por Univisión, el funcionario de la Procuraduría General de la República (PGR) habría participado en reuniones en las cuales se habló específicamente de la Operación Rápido y Furioso.
“La División de Phoenix fue la única división en el país que tenía un representante de la PGR en su oficina en Arizona”, afirmó Paul Pelletier, el abogado de William Newell, ex agente a cargo de la oficina de la ATF en Phoenix. “Ese representante de la PGR lo mantuvieron al tanto de todos los detalles de Rápido y Furioso”.
Vía opuesta
Esta versión del tipo y cantidad de información a la que tuvo acceso la PGR, va en contravía a la versión oficial del gobierno mexicano.
“El gobierno de México no ha tenido conocimiento de la existencia de un operativo que incluyera el trasiego o tráfico controlado de armas a territorio mexicano, afirmó un comunicado de la PGR de marzo de 2011. “En casos asociados a este operativo, la coordinación sostenida fue para el desahogo de diligencias, sobre detenciones de presuntos traficantes en Estados Unidos y para el acceso a sus interrogatorios”, agrega el comunicado.
Andrew Selee, el director del Instituto México del Centro Woodrow Wilson, dice que es posible que a nivel operativo sí se sabía de la existencia y alcance de la operación, mientras que en los niveles más altos del gobierno no estaba enterado.
“Todo parece indicar que el gobierno mexicano sabía a nivel operativo de Rápido y Furioso,” dijo Selee. “Había agentes en las fuerzas del orden que sí sabían, que estuvieron involucrados, que fueron consultados en algunos momentos, pero nunca se avisó de forma diplomática”.