Cierra la fábrica ‘El Cid Campeador’
Después de casi dos años de haber reiniciado labores, la fábrica de trapeadores “El Cid Campeador” tuvo que cerrar sus puertas motivados por los constantes daños a sus instalaciones y la falta de apoyos oficiales
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El diario de Sonora
el 19/01/2015 12:00 AM, Sección Nogales
Última edición 23/04/2024 09:38 AM.
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Última edición 23/04/2024 09:38 AM.
Magdalena.
Después de casi dos años de haber reiniciado labores, la fábrica de trapeadores El Cid Campeador” tuvo que cerrar sus puertas motivados por los constantes daños a sus instalaciones y la falta de apoyos oficiales.
De acuerdo con los mismos ex trabajadores, en su mayoría con capacidades diferentes, fue la falta de constancia en la compra de insumos, aunada a la falta de apoyos tanto oficiales como ciudadanos, lo cual obligó al Ayuntamiento a cerrar las puerta de la fábrica.
Trascendió que desde la misma reapertura en 2013, uno de los problemas constantes fue la afectación de las instalaciones por parte de amantes de lo ajeno y personas sin escrúpulos, lo cual afectaba su desarrollo.
De la misma manera, la falta de un efectivo plan de comercialización que permitiera a la marca ofertarse cuando menos en los supermercados locales, que van desde los pequeños hasta las grandes empresas nacionales, siendo únicamente la venta en puntos ubicados en la zona centro y palacio municipal, donde se ubicaban los vendedores, que por lo regular eran los mismos empleados.
Después de casi dos años de haber reiniciado labores, la fábrica de trapeadores El Cid Campeador” tuvo que cerrar sus puertas motivados por los constantes daños a sus instalaciones y la falta de apoyos oficiales.
De acuerdo con los mismos ex trabajadores, en su mayoría con capacidades diferentes, fue la falta de constancia en la compra de insumos, aunada a la falta de apoyos tanto oficiales como ciudadanos, lo cual obligó al Ayuntamiento a cerrar las puerta de la fábrica.
Trascendió que desde la misma reapertura en 2013, uno de los problemas constantes fue la afectación de las instalaciones por parte de amantes de lo ajeno y personas sin escrúpulos, lo cual afectaba su desarrollo.
De la misma manera, la falta de un efectivo plan de comercialización que permitiera a la marca ofertarse cuando menos en los supermercados locales, que van desde los pequeños hasta las grandes empresas nacionales, siendo únicamente la venta en puntos ubicados en la zona centro y palacio municipal, donde se ubicaban los vendedores, que por lo regular eran los mismos empleados.
