Nogales.
Una casita de dos cuartos, tres camas, una pequeña mesa, un refrigerador, techo sin cielo, paredes sin ventanas y tapadas con cartón y cobijas es con lo que sobrevive la familia de Mireya Duarte Sandoval, quien agradece el apoyo que recibió de la comunidad cuando tuvo a su nieto hospitalizado en el Hospital General con neumonía.
La abuelita del pequeño de 2 años edad tiene su hogar en calle Onavas #84 de la colonia Rosarito, y comparte su humilde vivienda con tres hijas.
Duarte Sandoval manifestó que hubo quienes la apoyaron con un cilindro de gas, cobijas, despensa, un nebulizador que era necesario para el niño, y hasta un mueble para acomodar la ropa del pequeño recibieron.
Sin embargo el lugar sigue estando helado, el viento se cuela por toda la casa, no tienen calentón, se deshicieron de él, dado que era de leña y estaban en riesgo de intoxicarse.
La casita carece de todo, desde el propio baño, es un espacio pequeño donde tienen que enfrentar las bajas temperaturas.
A Mireya y sus hijas les gustaría pasar estos días de invierno en el albergue, por el pequeño que continúa delicado; sin embargo no pueden dejar sola la casita, no está segura y pueden robarles lo poco que tienen.
“Sí me lo recomendaron y me gustaría, pero no puedo, el niño requiere de mi atención y si dejo solas a mis hijas tampoco es seguro para ellas”, expresó Duarte Sandoval.
Pesé a la pobreza y frío que se respira en su hogar, con una sonrisa agradeció al director, médicos y enfermeras del Hospital General, al igual que a todos quienes la han apoyado con una llamada de aliento, cobijas, alimento y dinero que les sirvió para comprar lo que les faltaba para el menor.
Sin embargo Mireya y sus hijas requieren de un hogar más térmico y seguro; doña Mireya requiere del apoyo de la comunidad para lograrlo.
Su casa necesita el cielo, además de un calentón, estufa y muebles. Quienes puedan favor de comunicarse al 631 110 5830.