Dignifica Casa de la Misericordia a migrantes para asilo en USA

Una comunidad de 170 personas migrantes, familias completas, madres con sus hijos o madres solas, permanecen varados bajo resguardo del albergue Casa de la Misericordia y de Todas las Naciones, en espera de una oportunidad de asilo en Estados Unidos.

La mayoría de los migrantes atendidos son de México, principalmente de los estados de Guerrero, Michoacán, Oaxaca, así como de Centroamérica, oriundos de Honduras, Guatemala, El Salvador, Cuba y Venezuela.

La directora del refugio, Alma Angélica Macías Mejía, explicó que cada una de las personas migrantes que buscan asilo humanitario en Estados Unidos representa una historia que merece ser escuchada y en esa espera, ellos les brindan una espera digna.

“Con el anuncio de la nueva política de Estados Unidos, todos tienen la esperanza de que pronto se abra la frontera, no solamente para los que mpp, sino también para los que están solicitando asilo, que son los que no han entrado en ese proceso”, indicó.

INTEGRADOS EN COMUNIDAD

Se han adaptado a las necesidades, a casi un año que permanece cerrada la frontera, participan de las actividades como un huerto comunitario, en la cocina, labores de limpieza, salas de lectura, grupos de desarrollo emocional y mantenimiento de la infraestructura de recreación y deporte, hasta un horno para pan casero hicieron, que les mantienen activos para evitar ansiedad y depresión, con una espera más activa y positiva.

Manifestó que no tienen voluntarios, sino que es la misma población migrante quienes se integran en el rol de la organización de la comunidad, es como un ambiente comunitario, aquí duermen, desayunan, comen y cenan, hasta asisten a la escuela de forma presencial, con clases de preescolar, primaria, secundaria y preparatoria.

Cuentan con el apoyo de la organización Cruzando Fronteras para el sostenimiento de este centro y gracias a ellos es posible que estas personas tengan aquí todo lo necesario: comida, vestido, medicina y un descanso digno.

Se han mantenido libres de contagios del Covid-19 desde el confinamiento y estrictos protocolos sanitarios, se ubican entre Pueblo Nuevo y Bellavista, en calle Tigres 160 o calle de Las Selvas número 86, el número de teléfono es 333-141-6021, como punto de contacto de apoyo ciudadano.

“Lo que necesitamos es el calzado, generalmente esas cosas son las que más se van terminando, nos llegaron una comunidad de Trikis de Oaxaca y ninguno traía zapatos y nos vimos en la dificultad, entre los demás les compartieron los que tenían dos pares, en otro caso semillas que pueden ser frijol, arroz, cosas que son básicas para la alimentación y la apertura a atención médica en algunos centros”, recalcó.

La directora del albergue agradeció a toda esa población que hace bien por los migrantes, consciente que esto es parte de una realidad social que no es privativa solamente de Nogales, sino de varios espacios en el mundo, donde la necesidad de migrar de un lugar a otro es por la protección de sus hijos, de la familia, dejan todo para poder preservar salvar la vida.

LA HISTORIA DE DOINIS MANUEL; UN JOVEN CUBANO QUE SE ENAMORÓ DE UNA MEXICANA, MIGRANTE COMO ÉL

El joven Doinis Manuel Herrera Martínez es un migrante originario de Cuba, que para llegar a Nogales padeció un proceso bien largo, de mucho percance que le pasó en el camino, voló a Nicaragua y de ahí empezó la aventura, tuvo que pasar todas las fronteras, hasta llegar aquí; en este trayecto conoció a una joven mexicana, que se han apoyado desde que se conocieron y salió una relación.

“Cuando llegas aquí te enfrentas a una realidad fuerte, te toca vivir como migrante, vivir en la calle, depender de las personas que te puedan alimentar, antes de llegar acá estuve en el San Juan Bosco y ahí me dieron asilo, o sea, me dejaron quedarme un tiempo, como unos 6 meses”, dijo.

“Tratar de lograr de ser libre, porque no es fácil vivir como migrante, dentro de lo que cabe estamos muy bien comparados con otras personas, pero la convivencia se hace fuerte a veces, sabes, siempre hay sus percances y eso”.

“Vengo huyendo de la extorsión, vengo huyendo de violencia y no es de pandillas, sino es del mismo gobierno, donde vivo yo el gobierno no nos deja avanzar, ellos quieren que nosotros sigamos el régimen de ellos, el sistema, o sea, cuando tu logras de tener algo tuyo, ellos te quieren intervenir y quitártelo o quiere que tú le pagues dinero y uno viene huyendo, se cansa de eso, de lo poco que tú tienes se lo tengas que estar regalando a otra gente”.

En Cuba era taxista, tenía su propio carro y trabajaba, pero lidiaba el día entero con la policía y las extorsiones de los inspectores quitándole dinero, hasta que tuvo el valor de quejarse de ese sistema, que no estaba de acuerdo, pero fue golpeado y de ahí empezaron las amenazas.

Sobre su estancia en México, dijo: hay dos realidades, hay gente buena y gente mala, o sea, hay personas que te dan lo poco que tengan, pero hay otras personas que te humillan y te hacen pasar una experiencia bien fea…es la realidad.

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