Abandonan con fractura a mujer que buscaba reunirse con sus hijos

Vivió 17 años en Atlanta, Georgia y tras un proceso migratorio de 5 años fue deportada en septiembre de 2019

Abandonan con fractura a mujer que buscaba reunirse con sus hijos
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El amor de madre mueve todo su entorno para estar con sus hijos más allá de su propia integridad, Martha Racanco relata es originaria de Guatemala, vivió 17 años en Atlanta, Georgia y tras un proceso migratorio de 5 años fue deportada en septiembre de 2019.


Lo que más le costó de estar en el norte y regresar a Guatemala fue volverse a acomodar nuevamente al país donde la política está fatal, el trabajo muy mal pagado, la comida muy cara y todo muy caro.


Estuvo año y medio, pero lo que mayormente le hizo con más fuerza que volviera a intentar regresar a Estados Unidos es que tiene dos hijos, una de 16 años y su hijo de 11 años.


Consiguió un guía presuntamente de confianza desde Tetenango, Chela, en Guatemala, pero estuvo repleta de limitaciones, hacinamiento y peligros, aun con el pago de 20 mil quetzales que es equivalente a unos 4 mil dólares como anticipo de 12 mil dólares en total.


Llegamos a Altar, Sonora, ahí sí va a haber un baño, ahí sí va a haber camas, digo todo el tiempo pasé camas de agua, de aguantar el suelo, de aguantar el cartón, de aguantar la tierra, tristemente dije ni modos, me toca, pero todo el tiempo anduve con miedo, con miedo”, dijo.


El sufrimiento real empezó cuando tuvo un accidente en plena madrugada y entre las montañas fue abandonada a su suerte por el grupo de unas 70 personas que como ella pretendían ingresar ilegalmente a Estados Unidos.


Para no resbalarme empecé a caminar así, ya mi cuerpo creo que se cansó, se aguadó, me debilité, yo ya estaba hasta temblando y puse mi pie así en una bajada, en eso todo mi peso se fue en mi pie izquierdo, parada se quebró mi pie por mi peso y yo me tiré a gritar y el guía me dice apúrate, levántate, yo no puedo ya no aguanto”, agregó.


Me dice mire doñita lo siento ya no puedo hacer nada por usted, usted está quebrada o no sabemos, pero ningún hombre la va a querer acompañar, nadie, su compañero ya se fue”, platicó.


Se armó de valor para continuar hasta ser detenida por la patrulla fronteriza y llevada a Tucson, Arizona, pero deportada a México sin una operación médica que necesitaba; fue recibida por Migración mexicana, auxiliada por el Grupo Beta y la Iniciativa Kino, hasta que llegó al albergue San Juan Bosco en Nogales, Sonora.


Mi meta es seguir, seguir y yo le pido a Dios que me abra puertas, pero la verdad yo solo le pido a Dios que me dé fortaleza y serenidad para la decisión que me vaya a dar, que él decida dónde va a estar mi vida, para mi es difícil porque tengo mis hijos y yo no sé qué hacer”, manifestó.


Sus hijos son su inspiración para soportar el dolor, en mayo se celebra el Día de las Madres y en su recuerdo encuentra la fuerza para pedir que se le abra un camino que les permita reunirse de nuevo.


¿Qué le pido a la vida? Yo sé que la vida no es justa, la vida no ha sido justa conmigo, yo solo le pido a Dios que me de fuerza y que mis hijos al menos recuerden el amor y el tiempo que yo pasé con ellos porque la adolescencia hoy en día parece que no tienen corazón”, dijo con palabras entrecortadas por el llanto.


Yo sólo le pido a Dios que los mantenga sanos y que recuerden que el amor de madre solo es uno y al menos para mí el amor más sincero es el amor de los hijos, pero hoy en día los hijos se vuelven muy fríos, no sé”.


A veces me pregunto si hice mal mi papel de mamá y a veces le digo a su papá y me dice no es eso, usted fue muy buena mamá, tenga paciencia, para ellos no ha sido fácil y tal vez para no rascar su herida prefieren evitarlo, evitar el tema, evitar llamarla y seguir su vida”, manifestó.


Martha Racanco permanece en el albergue para Migrantes San Juan Bosco, a quienes agradece su hospitalidad y atenciones, espera recuperarse pronto y estar en posibilidad de encontrar un rumbo para su meta: reunirse de nuevo con su familia, con sus hijos.

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