Ciclo escolar largo, vacaciones cortas
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El Diario de SonoraNogales, Son
El ajuste que realizó la Secretaría de Educación en el calendario escolar 2022-2023 en Sonora, es una situación que esta mostrando estragos en las conductas de los niños y sobre todo en la carga de trabajo para los docentes quienes además de realizar toda la documentación que requiere un cierre de ciclo, lidian con el cansancio de los alumnos.
Para Sonora el calendario escolar solía marcar un cierre de ciclo a mediado del mes de junio por lo regular, sin embargo, en este ciclo que inició en agosto del 2022 y finaliza en este 2023, ha mostrado un cambio en el cual alarga este periodo de clases y deja reducido el receso escolar.
“Ya teníamos muchos años en el estado de Sonora con un calendario específico para nuestro estado, por diversas situaciones, pero particularmente por las condiciones del clima que vivimos en este estado, que sabemos que el calor es muy fuerte y por eso teníamos un calendario escolar más corto, pero en esta ocasión estamos sujetándonos al calendario escolar nacional el cual marca el cierre del ciclo escolar para mediados incluso finales del mes de julio, lo que a nosotros en Sonora nos está cambiando es precisamente el receso escolar porque estábamos acostumbrados a salir a finales del mes de junio”, explicó Edith Arce directora de USAER 54.
En los alumnos este cambio ya ha generado consecuencias y es que los menores asocian ciertas características de su entorno como el clima, a que el ciclo está próximo a cerrar, sin embargo, la espera comenzó desde días pasados y el cansancio y aburrimiento comienzan hacerse notar.
“Efectivamente empezamos a notar incluso con el calendario que manejábamos antes, que ya para el mes de junio ya se notaba un cansancio en los niños, incluso los docentes porque al cierre del ciclo escolar la carga administrativa es todavía mayor por las evaluaciones, calificaciones, cierres de plataformas donde se suben las calificaciones de los estudiantes, procesos de graduación, rendiciones de cuentas y con esta ampliación hasta el mes de julio pensamos que esas emociones, conductas de los niños pueden ser generadas por esto incluso por el clima y se van haciendo más notorias estas situaciones, se van presentado con mayor frecuencia”, expuso.
En el caso de los docentes la carga administrativa resulta mayormente agobiante ya que mientras evalúan les toca enfrentar los problemas de conductas que los menores están presentando ante este cambio.
“Traemos como esa sensación de que debemos acostumbrarnos a estas nuevas formas o tiempos en los que tenemos que estar, antes para mediados de junio estábamos cerrando el ciclo escolar y todas las cuestiones administrativas ahora tenemos un cierre de ciclo escolar hasta el 21 de julio en donde tenemos que cumplir con evaluaciones, calificaciones y todavía tenemos un taller de formación continua para cumplir con los modelos educativos que nos están compartiendo las autoridades nacionales”, finalizó.
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