El incidente ocurrió el 19 de junio a las 09:22 horas, cuando vecinos alertaron al 911 sobre el ataque.
Los perros, propiedad de un residente local, causaron desprendimiento de piel en gran parte del rostro de Adrián, la amputación de su oreja derecha y parte de su antebrazo, además de múltiples mordeduras y golpes en el cuerpo.
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El caso ha sido turnado a la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES), que investigará las responsabilidades. Los perros fueron entregados por su dueño y trasladados al Centro de Atención Felina y Canina de Nogales, donde permanecen bajo custodia de las autoridades ministeriales.
Fuentes cercanas a la familia de Adrián informaron que, si sobrevive, necesitará una cirugía reconstructiva completa del lado derecho de su rostro, incluyendo la oreja y parte del cuello.
Los agentes que acudieron al lugar fueron informados por la esposa de Adrián sobre el ataque, mientras que los paramédicos de Cruz Roja trasladaron al herido al Hospital IMSS Bienestar. La unidad de protección animal de Seguridad Pública indicó que los perros ya tenían antecedentes de agresiones.
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La Fiscalía del Estado determinará en las próximas horas la responsabilidad del propietario de los animales y el destino de los dos canes involucrados.