Una vida retratando visitantes en esta frontera

Cuenta con 72 años de vida y en gran parte de la misma ha sido un referente de la atracción turística en esta frontera, invitando a los visitantes a tomarse la foto del recuerdo de su paso por Nogales, Sonora.
Joaquín Villegas Miranda sigue gritando a los peatones y transeúntes del primer cuadro de la ciudad: “take a picture in the burro” y aunque la afluencia no es la misma, su ánimo no decae en su insistencia.
Es el único sobreviviente en este 2025 de las pasadas glorias registradas en las últimas décadas del siglo XX del “boom” de turistas procedentes de la Unión Americana, que visitaban las “curius”.
De la intensa actividad económica que se vivió en esta frontera, generando con ello estabilidad en los habitantes ante el constante ingreso de las divisas derramadas por los visitantes.
No solo por la compra de artesanías, sino por el atractivo de libertad ofertado a los potenciales compradores del vecino país del norte que, sin empacho, cruzaban la línea divisoria rumbo al sur.
En este ambiente creció, vivió y ha prevalecido Villegas Miranda, quien ya ronda en los 57 años en esta labor iniciada primero cuidando los “burritos” de los puestos de fotos del recuerdo.
Luego, como operador de uno de ellos y que hasta la fecha ha visto los cambios y modificaciones en el primer cuadro de la ciudad, como mudo testigo del mismo y también como protagonista.
A lo largo de estas casi seis décadas de trabajo constante, no han hecho mella en su actividad los intentos de suspender el principal sustento de su vida, por los cambios en los reglamentos para el trabajo en la vía pública.
Mucho menos los intentos de incautarle el atractivo turístico para la toma de la foto como ha sido el burrito que bajo pretexto de maltrato han emprendido diversas autoridades en años anteriores.
Como tampoco los avances de la tecnología al pasar en sus inicios, de la toma y el revelado de las gráficas de manera manual, transitando por las cámaras “Polaroid” instantáneas y ahora de los teléfonos inteligentes.
Igual a las memorias digitales y otros aditamentos tecnológicos de vanguardia, prevaleciendo con su trabajo con una cámara digital que le permite resolver la demanda de sus clientes.
En la esquina de la Avenida Obregón y calle Ochoa, en el primer cuadro de la ciudad, se le puede encontrar a Joaquín Villegas quien empieza su labor a temprana hora todos los días.
Excepto cuando llueve o hay festivales organizados en esta parte de Nogales por las autoridades, pero, aun así, está presto a llamar a los visitantes para tomarse la foto del recuerdo.
En todo este tiempo ha sobrevivido a todos los cambios y a la modernización urbana, incluyendo dos esposas y tres burros y ahora con una cebra elaborada con fibra de vidrio.
Con este trabajo sacó adelante a sus familias y aunque es viudo en la actualidad, no requiere de grandes ingresos como en el pasado, puesto que ahora solo se limita a mantenerse activo.
El primer animalito con el cual trabajó se llamó “Lorenzo”, pero conforme fueron creciendo los problemas con Estados Unidos y México, a otro lo bautizó “George Bush” y al último “Obama”.
Mientras que a la cebra que atrae las miradas de los paseantes, tiene el nombre del último presidente gringo: “Donald Trump”, cuyo mote llama la atención de los visitantes cuando les menciona este nombre.
He tenido tres burros en 57 años de trabajo…como dos esposas, pero ya estoy viudo y ahora sigo en este trabajo, a pesar de que ya no hay tanto turismo, dice con orgullo.En determinado momento hubo hasta seis puestos para la toma de fotos del recuerdo a lo largo de la avenida Obregón, quedando solo uno que ahora es el más longevo.
Primero fui el más chamaco, pero ahora soy el más viejo…Y aquí me voy a quedar, aunque no gane mucho porque ya no necesito mucho, pero me van a sacar con los pies por delante, como se dice, dice entre risas.
El asesinato de Luis Donaldo Colosio en 1994 fue uno de ellos, refiere, porque los turistas americanos dejaron de venir a México y a Nogales, luego el ataque a las torres gemelas de Nueva York el 2001.
Y ahora está así, como está. Afortunadamente ya no necesito mucho dinero…ya estoy viudo y con cien o doscientos pesos va saliendo, expresó.Y con el uso de los celulares, les permite a los visitantes hacer sus tomas a cambio de una simple aportación voluntaria que en sus palabras:
Hay muchos que tiene una gran voluntad, pero otros no tienen nada.