Hermosillo
Llama a padres y a autoridades para que esten atentos de los menores.
La directora de Salud Mental en Sonora destacó que la muerte de Sergio Alonso, el estudiante de la secundaria 11 que se quitó la vida el pasado viernes, indicaba que vivía con dolor, miedos y frustrado, además que ya arrastraba una depresión brutal por el bullying que sufría.
Leticia Amparano Gámez aseveró que a muchos menores les duele vivir y afirmó que algo sucede, pero de una manera muy dolorosa a nivel emocional, en la dinámica diaria de un joven que decide suicidarse.
Reiteró que se necesita saber que si un niño llega golpeado, con útiles escolares rotos, con actitudes de tristeza, que no quiere salir, ni ir a la escuela y no quiero comer e incluso que presenta trastornos de sueño y conducta, se le debe dar una atención inmediata en el hogar.
“Eso nos está indicando que vivía con dolor, que vivía con miedos, que vivía frustrado, es un muchacho que estaba arrastrando ya una depresión brutal a consecuencia del bullying y eso es lo que lo está haciendo que se suicide, porque ya le dolía, para escapar de esa sensación tan dolorosa, decide quitarse la vida”, declaró la funcionaria estatal.
Al hablar de las leyes que existen para prevenir este tipo de acciones, admitió que a ella le gustaría que los diputados se sumen a la dinámica de trabajo, que trabajen y den las herramientas a los expertos, pero que no sea por moda, sino con la responsabilidad de atender de una manera integral esa problemática.
Amparano Gámez pidió a los padres de familia y sociedad a dejar de comportarse de manera indiferente y entrar en acción, ya que puede tratarse del caso de un hijo, sobrino o vecino el que viva este tipo de maltrato o bullying.
La directora de Salud mental en la entidad detalló que un niño con personalidad quebradiza, más delicado, introvertido, los que siempre obtienen los primeros lugares, son víctimas de ataques, por lo que reiteró que se debe fortalecer a cada uno desde el hogar para que trabajen la dinámica escolar a la que son sometidos todos los días.
“Desde el momento que papá y mamá salimos a trabajar, desde el momento que nuestros espacios, nuestros momentos de trabajar, de compartir con la familia, ya ni siquiera comemos con ellos, ya ni siquiera hacemos las tareas con ellos y es la computadora la responsable de educar, ahí es donde están nuestros muchachos, son muchos los factores”, expresó.
Leticia Amparano resaltó que ahora los padres de familia tienen que regresar a trabajar valores, atención, amor, respeto y estar atentos a las señales que mandan los hijos y que por cuestiones de trabajo no son atendidas al no creer que un bullying o una depresión puede llevarlos a la muerte.
Lamentable trabajo social
Al recordar el hecho que el menor Sergio Alonso era atendido por una trabajadora social de la misma escuela secundaria 11 que fue enviada por la misma Secretaría de Educación, la experta lamentó que no se haya hecho nada.
“Me da mucha pena que existan estas trabajadoras sociales, que existan estas profesionales que trabajan con esta indiferencia, que no saben a dónde deben de referir, esa es la importancia de trabajar en equipo padres de familia, donde debemos de trabajar los especialistas, a nivel escolar, los maestros, trabajadoras sociales, ellos deben tener las herramientas para detectar qué hacer, cómo intervenir y a dónde referir”, expresó Amparano Gámez.