Hermosillo.
A principios de año el consumo de productos “milagro” aumentan, sobre todo los que se utilizan para adelgazar, embellecimiento y tratar enfermedades degenerativas, indicó Francely Raffta Alcántar, Jefa de la Oficina de Publicidad Sanitaria de Coesprisson.
“Esto se debe a que las personas quieren reducir el peso acumulado durante las fiestas decembrinas, por lo que deciden utilizar este tipo de productos para lograrlo, pero pueden producirles efectos que dañen su salud”, explicó.
De acuerdo a la Secretaría de Salud Federal, la utilización de fármacos “reductores” puede provocar efectos secundarios negativos e irreversibles, tales como el incremento de colesterol y triglicéridos, y en casos más severos, tromboembolias e infartos.
Además este tipo de productos se deben consumir bajo prescripción médica, debido a que sólo funcionan en personas sin antecedentes de enfermedades hereditarias o crónico degenerativas, por los efectos que puede causar, por lo que se debe evitar la automedicación.
Cabe recordar que los productos “milagro” o frontera se encuentran en la línea entre un suplemento alimenticio y un medicamento, porque el primero no puede curar, aliviar o tratar alguna enfermedad y la medicina sí, debido a que pasó por un protocolo de investigación.
Un suplemento alimenticio únicamente es un producto que contiene vitaminas y minerales, puede contener extractos de fruta o hierva, pero en ocasiones para vender más, en su publicidad prometen propiedades que no tiene, ahí es cuando se le conoce como producto “milagro”.
“Un suplemento es un producto que no debe representar ningún riesgo a la salud, te lo puede recomendar un médico, se puede adquirir en un punto de venta o una farmacia, para complementar algo que hace falta en tu dieta”, comentó Raffta Alcántar.