Ciudad de los Niños requiere computadoras

Las carencias tecnológicas para poder hacer frente a los nuevos retos impuestos por la pandemia de COVID-19 han quedado de manifiesto en las diferentes instituciones de asistencia y albergue para menores que ante la falta de equipo de cómputo han tenido que reducir el ritmo de los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Esta es la situación que actualmente se vive en la Ciudad de Los Niños, un lugar de asistencia, protección y formación de niñas, niños y adolescentes en situación vulnerable, fundado en 1986 en la colonia Nuevo Hermosillo por Jorge Pesqueira Leal; en la que las clases a distancia ha impactado de manera negativa en el nivel de aprovechamiento de los 32 menores que ahí viven.

Lorena Calleros Ceballos, directora de la institución, puntualizó que, ante la falta de computadoras o dispositivos electrónicos, los niños y jóvenes tienen que alternarse para utilizar las únicas dos computadoras con las que cuentan para atender los diferentes horarios de las clases en los niveles primaria, secundaria y preparatoria.

Detalló que a pesar de que el personal que labora en el lugar colabora prestando su celular a los jóvenes de preparatoria para que puedan adelantar sus tareas, en ocasiones los teléfonos móviles resultan insuficientes u obsoletos para cargar las plataformas.

“Si bien tratamos de apoyarlas con celulares de cada uno de nosotros, pero en realidad no contamos con la infraestructura para que ellas, sobre todo las mayores, puedan continuar con sus clases; desafortunadamente si han tenido atraso en sus clases, aunque hacemos todo lo posible, pero hay días en los que no se nos acomodan los tiempos”, expresó.

Además de la falta de computadoras, precisó que la pandemia también ha disminuido los donativos en alimento, artículos de higiene personal y medicamento, por lo que solicitó el apoyo de la comunidad para mantener el albergue en el que en un solo lugar los menores reciben atención médica, sicológica, comedor, formación académica, valores y clases de catecismo.

“Nosotros antes de la pandemia nos apoyábamos realizando colectas en los colegios y debido a la suspensión de clases nos hemos visto afectados en ese sentido, de que nos hacen falta los alimentos no perecederos y los productos básicos para la limpieza”, precisó.

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