En Hermosillo, Sonora, vendedores de pitayas han informado que inspectores municipales les han ordenado abandonar los alrededores del Mercado Municipal debido a la falta de permisos para vendedores ambulantes. Diariamente, entre 20 y 30 vendedores de pitayas de Carbó llegan al Centro de la ciudad para comercializar esta fruta de temporada. Sin embargo, en los últimos días, han sido advertidos por las autoridades municipales para que desistan de sus actividades en esa zona.
Los vendedores han denunciado que inspectores municipales no solo les exigen retirarse de sus puntos de venta, sino que también intentan confiscarles su producto. Debido a las obras de remodelación del Mercado Municipal, estos vendedores se han visto obligados a buscar nuevos espacios para ofrecer sus pitayas, instalándose en las banquetas de calles como Monterrey, Elías Calles y Guerrero. En años previos, afirman que no enfrentaron problemas al vender cerca del Mercado, pero este año han sido advertidos para que se reubiquen fuera del centro de la ciudad.A nosotros no nos había tocado, querían que nos fuéramos no se para dónde, pero no podemos estarnos 'meneando' con las cubetas, dijo la vendedora Brenda Chávez.
La pitaya es altamente valorada en la región debido a su distintivo sabor dulce y su intenso color rojo. Aunque muchos la disfrutan fresca, en Sonora se ha integrado en una amplia gama de platillos gastronómicos, mostrando su versatilidad en la cocina loca; por ende, los pitayeros están solicitando permiso para continuar operando en su ubicación actual, argumentando que es donde los residentes de Hermosillo están acostumbrados a encontrarlos.