El caso de Paola Bañuelos, la joven de 21 años que fue encontrada muerta después de abordar un vehículo de la plataforma DiDi en la Mexicali, ha dado un nuevo giro. El presunto asesino se entregó de manera voluntaria a las autoridades de Ciudad Obregón, Sonora, declarando su inocencia. Afirmó que había huido de Mexicali por miedo a ser linchado, ya que la indignación pública por el caso había alcanzado niveles críticos.
Las autoridades informaron que el sospechoso, Sergio Daniel, se presentó en una comisaría local manifestando su deseo de cooperar con la investigación. Durante su declaración, el individuo insistió en que no es culpable del crimen y expresó su disposición a colaborar plenamente para esclarecer los hechos.
La policía de Sonora lo puso bajo custodia a él y a su familia, mientras tanto, en Mexicali, amigos y familiares de Paola, junto con miembros de la comunidad, se han estado manifestando para exigir justicia. Las protestas, que incluyen vigilias y marchas pacíficas, buscan mantener la presión sobre las autoridades para que el caso se resuelva de manera transparente y rápida. La muerte de Paola ha generado una ola de indignación y preocupación sobre la seguridad en los servicios de transporte por aplicación.
Las autoridades están trabajando intensamente para esclarecer los hechos, recopilando y analizando pruebas que puedan determinar con precisión la verdadera responsabilidad del sospechoso. La entrega voluntaria del presunto asesino ha agregado una nueva dimensión al caso, complicando el panorama y aumentando la expectación pública. Este desarrollo ha captado la atención no solo de los medios de comunicación, sino también de una ciudadanía cada vez más preocupada y vigilante. La opinión pública sigue de cerca cada avance en la investigación, con la esperanza de que se haga justicia y se tomen medidas para evitar que tragedias similares ocurran en el futuro.Se difundieron noticias y no me han dejado declarar ni defenderme; me están amenazando a mí y a mi familia. Presunto culpable