Este viernes, jueces, magistrados y empleados del Poder Judicial de la Federación tomaron las calles de Hermosillo en una manifestación contra la reforma judicial propuesta. El contingente, compuesto por más de 300 personas, partió de las oficinas del Poder Judicial en las calles Londres y Doctor Paliza, y se dirigió hacia el Supremo Tribunal de Justicia, el Congreso del Estado y el Palacio de Gobierno, lanzando consignas en defensa de su autonomía.
Óscar Javier Sánchez Martínez, magistrado adscrito al cuarto tribunal en materia penal y administrativa, fue uno de los líderes de la marcha. Durante su intervención, subrayó que, a pesar de las presiones, el gremio continúa luchando por la preservación de sus derechos y la independencia del Poder Judicial.
Esta paralización no es un paro total de actividades, sino una suspensión de aquellas que no son esenciales, explicó el magistrado.
Según Sánchez Martínez, el pleno del Consejo de la Judicatura ha identificado 11 rubros considerados urgentes, en los que se debe mantener el servicio y la atención a la comunidad.
El magistrado también criticó la percepción de que los empleados judiciales no están trabajando durante la protesta.
No estamos en una situación de 'cada quien en su casa viendo Netflix'. Estamos trabajando, y no hay un argumento jurídico válido para aplicar descuentos por no trabajar, afirmó.