Tigres UANL: Guido Pizarro, de ídolo a DT tras salida de Paunovic

Este fin de semana, el equipo de Tigres UANL experimentó una transformación significativa. Guido Pizarro, un nombre icónico para la afición regiomontana, colgó las botas tras once temporadas defendiendo la camiseta felina. Pero su historia con el club no termina ahí. A sus 35 años, y tras una brillante carrera que lo llevó a clubes como Lanús y Sevilla, Pizarro inicia una nueva etapa, ahora como director técnico del mismo equipo que lo vio consagrarse como jugador.
La salida simultánea de Veljko Paunovic, el ex entrenador del equipo, ha generado especulaciones en la prensa deportiva. Algunos medios han sugerido una posible fricción entre el técnico serbio y la plantilla. Sin embargo, Pizarro desmintió rotundamente estas afirmaciones. “La relación con el cuerpo técnico era buena y quedó demostrado en los resultados, la entrega y compromiso como en el último partido. Me sumo al agradecimiento a Paunovic y a su cuerpo técnico, dieron todo para que la institución consiguiera sus objetivos”, declaró Pizarro a los medios.
El nuevo entrenador de Tigres no llega improvisado al banquillo. Su preparación ha sido exhaustiva: recientemente obtuvo la Licencia Pro de la Federación Mexicana de Fútbol, un Máster en Dirección Deportiva de la Universidad de Barcelona y una especialización en coaching emocional. Su trayectoria, combinada con su amplio conocimiento del club y la liga, lo convierte en una figura clave para el futuro de Tigres.
Pizarro, quien desde el Clausura 2019 fungió como capitán del equipo, explicó sus motivaciones: "Hace tiempo que sentía que era más entrenador que jugador. Quería dar este paso. Mi objetivo es hacer de los Tigres un equipo protagonista en todos los campos". Su debut como técnico será este martes, en un partido crucial: la ida de los octavos de final de la Copa de Campeones de la Concacaf frente al Cincinnati FC.
El cambio de mando en el equipo de Tigres representa un nuevo capítulo en su historia, lleno de retos y expectativas. La experiencia y la preparación de Pizarro, junto con la pasión de la afición regiomontana, prometen una temporada llena de emociones.