NOGALES, Az
Parientes de Brian Terry denuncian a siete personas
La familia del agente de la Patrulla Fronteriza asesinado hace dos años en el área de Río Rico, Arizona, demandó a por lo menos seis empleados federales, un procurador y al dueño de una tienda de armas, por su participación en la fallida “Operación Rápido y Furioso”, mediante la cual se obtuvieron dos armas utilizadas en la agresión en contra del agente federal.
Al celebrarse el segundo aniversario de la muerte del oficial Brian Terry, sus familiares presentaron una nueva demanda en contra de varios integrantes del gobierno federal, por estar involucrados en la fallida operación mediante la cual se permitió el contrabando de armas de fuego hacia México, para que terminaran en manos del crimen organizado.
La denuncia se presentó en contra de seis administradores e investigadores del Buró Federal de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, quienes ejecutaron la “Operación Rápido y Furioso”. Además, demandaron también al procurador federal que previamente condujo las investigaciones sobre el caso, así como en contra del propietario de la tienda de armas, Lone Wolf Trading Co., de Glendale, Arizona, donde se vendieron los dos rifles de asalto encontrados en el área donde el 14 de diciembre del 2010 se registró la agresión armada en contra del agente de la Border Patrol, en las inmediaciones de Río Rico, Arizona.
La familia del agente Terry señala que los oficiales federales pusieron en riesgo a los agentes policiacos al permitir el contrabando de armas de fuego, pues sabían que éstas podrían ser utilizadas para atacara a civiles y policías tanto de Estados Unidos como de México.
Además, señalaron que los demandados intentaron ocultar el vínculo entre la muerte del oficial Terry y la “Operación Rápido y Furioso”.