La Corte Suprema de Estados Unidos ha rechazado una iniciativa impulsada por republicanos que buscaba impedir que más de 41,000 votantes de Arizona emitieran su voto para presidente en las próximas elecciones. La decisión, emitida por 5 votos contra 4, mantiene en pie la legalidad de las leyes estatales que exigen comprobante de ciudadanía para registrarse como votante.
Aunque los defensores del derecho al voto han logrado una victoria, la batalla legal continúa. Ahora, el litigio se centra en la aplicación de las regulaciones sobre el registro electoral. La controversia comenzó en 2022, cuando Arizona, bajo gobierno republicano, aprobó medidas para restringir el voto tras la estrecha victoria de Joe Biden en 2020.
Una de las medidas más controvertidas, que había sido bloqueada por un tribunal inferior, exigía que las solicitudes de registro electoral fueran rechazadas si no se acompañaban de documentos que demostraran la ciudadanía estadounidense. La otra medida, que aún no se ha implementado, prohibía votar en las elecciones presidenciales o por correo a quienes no presentaran pruebas de ciudadanía.
La Corte Suprema emitió una breve orden sin detallar su razonamiento, pero el fallo sugiere que la mayoría de los jueces consideraron que la legislación de Arizona no violaba la Constitución. La decisión ha generado reacciones mixtas, con algunos grupos de defensa del voto preocupados por que pueda dificultar el acceso a las urnas para ciertos votantes, como miembros del servicio, estudiantes e indígenas americanos.
Por su parte, los republicanos han celebrado el fallo, argumentando que es necesario proteger la integridad electoral. La controversia sobre el registro de votantes y la exigencia de comprobante de ciudadanía ha reavivado el debate sobre la seguridad electoral en Estados Unidos, un tema que ha sido objeto de controversia y desconfianza en los últimos años.