¿Quién no ha soñado con un golpe de suerte? Para Roy Layne, la fortuna parecía estar a su alcance durante la pandemia. El hombre, residente de Arizona, encontró una forma ingeniosa de aprovechar los programas de ayuda federal, pero no precisamente de la forma que se esperaba.
Layne, utilizando un ingenio poco ortodoxo, creó empresas ficticias y presentó solicitudes de préstamo a la Administración de Pequeñas Empresas (SBA) a través del Programa de Protección de Nóminas (PPP) y el Programa de Préstamos por Desastres por Lesiones Económicas (EIDL). Su objetivo: obtener dinero del gobierno utilizando información falsa.
Los documentos que presentó Layne a la SBA aseguraban que sus negocios ficticios tenían decenas de empleados y generaban cientos de miles de dólares en ingresos. Para completar su engaño, también fabricó registros fiscales falsos, tanto para el Servicio de Impuestos Internos (IRS) como para la SBA.
El esquema de Layne le permitió obtener más de $300,000 en préstamos de los programas federales. No conforme con esto, también presentó declaraciones de impuestos falsas al IRS en 2022, buscando un reembolso de casi $7.5 millones. El IRS le entregó alrededor de $550,000.
La justicia finalmente llegó para Layne. Se declaró culpable de fraude electrónico y de presentar una solicitud de reembolso falsa al IRS. Su sentencia está programada para el 3 de febrero de 2025, y podría enfrentar una pena máxima de 30 años de prisión por cada cargo de fraude electrónico y cinco años por el cargo de solicitud falsa.