La zona, que abarca la mayor parte de la frontera con Sonora, desde Yuma hasta Nuevo México, es un escenario árido donde la lucha contra la migración ilegal se intensifica. El terreno desértico se convierte en un obstáculo peligroso para quienes buscan cruzar, y las autoridades se enfrentan a una compleja realidad.
30 casos de tráfico de personas fueron reportados durante la semana, revelando unared organizada que aprovecha la vulnerabilidad de los migrantes. La Patrulla Fronteriza, con sus agentes en cuatrimotos, motocicletas y a caballo, se enfrenta a este desafío.
La búsqueda y el rescate también son una prioridad. 19 personas fueron rescatadas en la segunda semana de septiembre. Muchos de ellos habían sido abandonados en el desierto, su situación crítica por la falta de agua y alimentos.
7 casos de tráfico de drogas, 2 armas de fuego y $858 dólares fueron asegurados durante esta semana, demostrando la compleja naturaleza del problema que enfrenta la Patrulla Fronteriza. La lucha contra el flujo de migrantes indocumentados va más allá de la simple detención, implica una constante vigilancia para combatir el crimen organizado que opera en la zona.