Su actuación en el Juego 1 de la Serie Divisional no fue perfecta, pero sí contundente.
Tras un segundo inning complicado donde permitió tres carreras, Ohtani "apretó los tornillos como solo los grandes lo hacen", según describió un analista en la transmisión. Los siguientes cuatro episodios fueron una exhibición de dominio: solo un hit concedido y nueve ponches, incluyendo tres seguidos en el sexto inning. Los Filis, que llegaron con una de las ofensivas más letales de la liga, quedaron atrapados en su juego.
Pero lo más revelador vino después del partido. Dave Roberts, mánager de Los Angeles, confirmó lo que muchos especulaban: "Si la serie llega al Juego 5, él estará en el montículo". La declaración tiene peso considerando que:
- Sería la segunda apertura de postemporada en su carrera
- Los Dodgers evitarían usarlo como relevista, priorizando su rol inicial
- Podría repetir su hazaña de lanzar y batear en juego eliminatorio
La estrategia de Roberts es clara: confía en que su as japonés puede cerrar la serie si llega al límite, pero prefiere no arriesgarlo antes. Con Ohtani programado para posiblemente abrir el sábado, los Filis tendrían que replantear toda su preparación. La pregunta ahora es si Filadelfia encontrará respuestas antes de que Los Angeles fuerce ese escenario.
