Su creciente poder político está transformando la conversación sobre políticas y encendiendo el activismo comunitario en todo el país.
En estados cruciales como Arizona, donde la composición del electorado ha experimentado un cambio significativo en los últimos años, la influencia de este grupo se hace más palpable. Según el Centro para Mujeres y Política Estadounidenses, las mujeres afrodescendientes fueron el segundo grupo más numeroso en participación electoral en 2022, solo superadas por los votantes blancos. Este aumento en la participación femenina ha sido fundamental en los estados de campo de batalla, donde los votantes desempeñan un papel decisivo.
Las mujeres afrodescendientes no solo están participando activamente en las elecciones, sino que también lideran movimientos en temas cruciales como la justicia reproductiva y la reforma migratoria. Enfrentan la supresión de votantes y buscan un cambio sistémico en todos los niveles de gobierno.
La investigación de Janelle Wong, directora de Estudios Asiático-Americanos en la Universidad de Maryland, arroja luz sobre la movilización sin precedentes de la comunidad asiático-americana, a menudo ignorada en las estrategias electorales. Wong destaca que tanto las mujeres como los hombres asiático-americanos están abordando temas críticos como la atención médica y la educación, desafiando la noción de que su participación electoral se basa únicamente en la educación.
Las votantes latinas también juegan un papel crucial en la configuración de la elección de 2024. Con más de 36 millones de latinos elegibles para votar, las investigaciones revelan que las latinas, especialmente las más jóvenes, están abogando por políticas sobre derechos laborales y justicia reproductiva.
A pesar de su creciente activismo, estas comunidades enfrentan barreras estructurales significativas para participar en el proceso político. Esta realidad ha impulsado una colaboración creciente entre las comunidades latina y afrodescendiente en la lucha contra la supresión de votantes.