La investigación, que se basó en información proporcionada por vecinos, se centró en un hombre de 32 años, Skylar Evans, cuyas acciones inusuales levantaron sospechas.
La evidencia recabada durante las investigaciones reveló un patrón de comportamiento sospechoso por parte de Evans, que consistía en entrar y salir de vehículos en breves periodos de tiempo, una acción que los agentes interpretaron como un indicativo de actividades ilícitas. Los agentes de policía, apoyados por la información de la comunidad, intensificaron la vigilancia sobre Evans. La investigación culminó el 8 de octubre con la detención de Evans por una violación a su libertad condicional. Esta acción permitió a las autoridades realizar una búsqueda en la residencia móvil de Evans, donde descubrieron un arsenal de drogas que incluía: más de 22,000 pastillas de fentanilo, 1.5 libras de metanfetamina, 25 gramos de cocaína y casi $10,000 en efectivo
El hallazgo de estas sustancias, en cantidades que sugieren una operación a gran escala, confirmó las sospechas de los investigadores. Evans fue arrestado y enfrenta múltiples cargos, incluyendo posesión de narcóticos con la intención de vender, así como posesión de drogas peligrosas y parafernalia relacionada. La gravedad de las acusaciones se refleja en la fianza establecida en $100,000.