El foco de atención se centró en Daniel Hollander, de 31 años, quien fue detenido en la Legacy Traditional School-East Tucson, ubicada en la 9290 East Golf Links Road. Las autoridades confirmaron que el incidente ocurrió el 16 de enero por la mañana. Según el reporte policial, Hollander ingresó al edificio a través de una puerta abierta que se utilizaba para una entrega, mostrando un comportamiento errático.
La oportuna intervención de un oficial de seguridad escolar, un veterano de 27 años del Departamento de Policía de Tucson (TPD) identificado como Bill Bonanno, fue clave. El oficial, al percatarse de la situación, localizó a Hollander en el gimnasio, donde se encontraba con un arma de fuego y un cuchillo, en presencia de estudiantes y maestros. “El sospechoso fue inmediatamente confrontado y detenido”, informó la escuela en un comunicado.
Las acusaciones contra Hollander son graves. Además de los cargos estatales por intento de terrorismo, interferencia con una institución educativa, portación ilegal de armas en terrenos escolares y allanamiento de morada, se le imputa un cargo federal por afectar el “comercio interestatal o extranjero en un lugar que el individuo sabe, o tiene motivos razonables para creer, es una zona escolar”.
El informe de la policía detalla hallazgos preocupantes. Se menciona que durante su arresto, Hollander portaba una pistola calibre 9 mm y un cuchillo. Además, "declaró a la policía que consumía metanfetaminas, que no había dormido en cinco días y que una mujer invisible le decía qué hacer". La investigación continúa y las autoridades han registrado su vehículo y residencia, encontrando más armas, municiones, equipos electrónicos y elementos de interés para la investigación.
La situación puso en relieve la importancia de los programas de seguridad escolar. El Superintendente Estatal de Escuelas, Tom Horne, emitió una declaración el mismo día del incidente, destacando: “Hoy evitamos la pesadilla de un maníaco armado hiriendo a inocentes en el campus escolar. El Oficial de Seguridad Escolar que buscó y arrestó a este sospechoso merece el mayor elogio. Su presencia en el campus se debe a la financiación proporcionada por el Programa de Seguridad Escolar administrado por mi departamento y demuestra el valor de este programa para que incidentes como este no se conviertan en tragedias”.
La fianza de Hollander quedó fijada en $250,000, con la condición de no acercarse a escuelas, guarderías o parques, y sin contacto con menores. Su audiencia preliminar está programada para el 27 de enero.