La cadena de restaurantes Burrito Express, con sus ocho sucursales y casi 30 años de tradición en el Valle, se encuentra en una situación compleja. Ángel Marín, copropietario, revela que el costo de un solo huevo se ha disparado en más de un 150% en los últimos meses, pasando de 26 centavos a 66 centavos. "40 centavos por huevo, cuando usas 100,000 huevos al mes... es mucho dinero", explica Marín, evidenciando el impacto directo en su negocio.
La explicación detrás de esta inflación no se limita a la simple especulación. Hitendra Chaturvedi, profesor de la Universidad Estatal de Arizona y experto en cadenas de suministro, señala directamente al brote nacional de influenza aviar como el principal culpable. "Se debe a la gripe aviar. Tiene un nombre y un número científico, pero es una versión de la gripe aviar que está provocando que los agricultores sacrifiquen sus aves", explica Chaturvedi.
Un brote en una granja avícola comercial del Condado de Pinal, en noviembre pasado, es solo un ejemplo de la crisis que afecta la producción. Chaturvedi advierte que la situación podría empeorar antes de mejorar, previendo una posible estabilización de los precios hasta el verano. Ante esta situación, Burrito Express se vio obligado a tomar medidas.
Marín recurrió a las redes sociales, lanzando una encuesta a sus clientes sobre la posibilidad de un "recargo por huevo". La respuesta fue abrumadora: una gran mayoría mostró comprensión ante la necesidad de este ajuste. La publicación en Twitter, con el mensaje: "Precios de huevo nos están matando. Precio por huevo ahora es de .66 centavos, más del doble desde noviembre. Intentando aguantar, pero usamos alrededor de 100,000 huevos al mes. ¿Qué opinan sobre un cargo extra de .75 centavos al comprar un burrito de desayuno?", refleja la desesperación de muchos negocios locales.
Las consecuencias se extienden más allá de Burrito Express. El senador de Arizona, Rubén Gallego, incluso escribió una carta a la administración Trump solicitando una intervención para abordar el problema. Mientras tanto, los negocios luchan por encontrar un equilibrio entre la rentabilidad y la lealtad de sus clientes en un mercado donde la tortilla –y el huevo- se están cotizando a precios históricos.