En la cuarta semana de enero, específicamente del 19 al 25, la Patrulla Fronteriza del Sector Tucson reportó una significativa actividad operativa. Más allá de los habituales operativos contra el narcotráfico, esta semana presentó un panorama particular.
Las estadísticas oficiales muestran una cifra impactante: la detención de 1,500 migrantes indocumentados. Este número, si bien es contundente, solo ofrece una parte de la historia. Acompañando estas detenciones, se registraron otros sucesos relevantes, como el decomiso de 41 kilogramos de metanfetamina, un hallazgo que subraya la persistencia del tráfico de drogas en la zona.
Además de las drogas, se reportó el aseguramiento de varias armas de fuego, indicativo de la presencia de grupos criminales que aprovechan la vulnerabilidad de los migrantes. En este contexto, la Patrulla Fronteriza informó sobre 26 casos de tráfico de personas interrumpidos, representando un incremento preocupante respecto a la semana anterior. Se indica que 210 personas serán procesadas por cargos criminales relacionados a estas actividades.
El lado más vulnerable de esta situación se refleja en los nueve rescates de migrantes abandonados, lesionados o perdidos en el desierto de Arizona. Estas intervenciones humanitarias muestran el riesgo que enfrentan quienes intentan cruzar la frontera de manera irregular. "El desierto es implacable," comentó un agente de la patrulla fronteriza (nombre no revelado por razones de seguridad).
El informe finaliza con la mención de un arresto significativo, aunque se omiten detalles sobre la identidad del detenido o la naturaleza de los cargos.