El jueves por la noche, Bariki Amani Hopkins, de 36 años, compareció ante un juez. La acusación: intento de asesinato en segundo grado y violencia doméstica. Una fianza de un millón de dólares lo mantiene tras las rejas, mientras la ciudad intenta procesar los detalles de un suceso que dejó a una mujer embarazada luchando por su vida.
La historia comienza con un disparo, un impacto directo en la nuca de su novia embarazada. Hopkins, inicialmente, declaró que no sabía qué había pasado. Posteriormente, cambió su versión, afirmando que un desconocido irrumpió en su casa y disparó contra la víctima. Sin embargo, el relato de los vecinos contradice rotundamente su afirmación.
Una vecina declaró haber escuchado una acalorada discusión entre Hopkins y la mujer, seguida de frases como “Quiero dormir” y “Me estás lastimando”. El relato continúa con el sonido de objetos moviéndose, un fuerte ruido que resonó en la noche y, finalmente, el golpe de una puerta. Dos golpes secos, seguidos de las palabras, “Bebé, no, no” y “Tienes hijos.” Un familiar de la vecina corroboró la versión, añadiendo que amigos de Hopkins habían comentado previamente amenazas de muerte hacia la víctima.
La investigación policial arrojó detalles cruciales: no se encontraron signos de forzamiento en la puerta, ni daños que respaldaran la versión de Hopkins. En la escena, se encontró un solo casquillo en la cama, junto a rastros de sangre. El informe preliminar menciona la presencia de envases de alcohol en el domicilio, e incluso indica que “se percibía un olor a intoxicante proveniente de (Hopkins)”. Este dato, sumado a las declaraciones de los vecinos y el testimonio del familiar, apunta hacia una diferente narrativa de los hechos. Hopkins admitió mantener una relación de meses con la víctima y reconoció ser el padre del bebé que ella esperaba, pero negó haber discutido con ella la noche del incidente.
El caso permanece bajo investigación, mientras la comunidad de Tucson se cuestiona cómo una noche tranquila pudo transformarse en un escenario de violencia doméstica con consecuencias tan devastadoras.