En Nogales, Arizona, la situación es especialmente crítica. Negocios locales reportan caídas dramáticas en sus ventas desde la toma de posesión del presidente Trump. No se trata de simples rumores; las cifras son contundentes. “Ya llevamos uno o dos meses con muchos problemas porque la gente no viene,” comenta Jorge Félix, propietario de Felix’s Warehouse, quien describe una disminución abrupta en sus ingresos.
La situación se replica en otros establecimientos. Sergio Castañeda, cuyo esposa es dueña de BKY’s Place, habla de una caída del 70% en su clientela. “Se puede ver, no hay gente. Hemos estado abiertos todo el día y solo hemos tenido un par de ventas. Así no vamos a sobrevivir,” expresa con preocupación.
El impacto no se limita a un solo sector. Jaemi Heueraa, de Higos Coffee y Chilorios, destaca el factor miedo como un elemento clave. “Creo que la gente va a tener más miedo de salir a la calle a hacer mandados, y los que vienen de México van a dudar en venir porque tienen miedo de las intenciones de la administración,” explica. Este temor, sumado a las mayores medidas de seguridad y los retrasos en el cruce fronterizo, están forzando a los consumidores a buscar alternativas.
La opción, para muchos, es comprar en Nogales, Sonora, aunque sea a un precio ligeramente superior. “La misma mercancía que tenemos aquí está en Nogales (México). Un poco más cara, pero prefieren comprar allá por el tiempo,” afirma Félix, resumiendo la problemática. El tiempo perdido en el cruce fronterizo se ha convertido en un costo que muchos prefieren evitar.
La situación pinta un panorama complejo para los negocios en Nogales, Arizona. La incertidumbre sobre el futuro inmediato se cierne sobre ellos, mientras esperan señales del gobierno que les brinden algo de esperanza. La necesidad de reactivar la economía de la región es urgente y la expectativa se centra en las decisiones que se tomarán en los próximos meses.