El incidente ocurrió mientras cientos de manifestantes se reunían cerca del Capitolio de Arizona. Según los documentos judiciales, algunos encendieron fuegos artificiales y empezaron a caminar hacia el edificio.
Ante la respuesta de los oficiales del DPS, el cual incluyó un dron equipado con cámaras y altavoces, Fermic habría arrojado una botella que lo impactó.
El dron, que sobrevolaba a unos 6 metros sobre la multitud, sufrió daños y cayó al suelo. Un oficial detuvo a Fermic, quien "resistió pasivamente" durante su detención. Su hijo de 2 años, que la acompañaba, fue entregado a su padre.
El costo del dron dañado se estima entre $18,000 y $20,000. Cerca del lugar se encontró una botella de agua con cortes consistentes con el impacto de una hélice del dron.