En el año 2020, Jeremy Marine, de 45 años, falleció dos semanas después de someterse a una cirugía bariátrica. Su esposa, Cheryl Marine, recuerda a su esposo como “un hombre afable, un personaje, le encantaba bromear, amaba a la gente”. Su muerte, según ella, “no se suponía que sucediera de esta manera”. La familia, devastada por la pérdida, decidió emprender una batalla legal contra el cirujano, el Dr. Jeffrey Monash.
La familia Marine buscó la cirugía bariátrica para ayudar a Jeremy a controlar su peso, el cual fluctuaba entre los 400 y 500 libras. Tras una recomendación, eligieron al Dr. Monash, un cirujano con un promedio de 350 cirugías anuales. Cheryl recuerda la consulta: “Parecía maravilloso, extremadamente agradable, atento y confiable”. Se les aseguró una estancia hospitalaria de 2 a 3 días y una pronta recuperación.
Sin embargo, la realidad fue muy diferente. Después de la cirugía, Jeremy presentó complicaciones. Se desarrolló un hematoma infectado, y líquido comenzó a acumularse en su estómago. A pesar de las señales de alerta, como fiebre elevada y un recuento de glóbulos blancos incrementado (indicadores claros de infección), el Dr. Monash le dio de alta sin antibióticos. El abogado de la familia Marine, Michael McNamara, argumenta que “Jeremy no se había recuperado lo suficiente como para garantizar que la infección estaba controlada”.
Los días posteriores fueron críticos. Jeremy empeoró, su condición se agravó hasta llegar a un estado de sepsis severa. De nuevo hospitalizado, el Dr. Monash inicialmente reconoció preocupación por una posible infección, pero posteriormente minimizó la gravedad de la situación. Finalmente, Jeremy falleció en casa, 14 días después de la cirugía.
El caso llegó a juicio, donde un jurado falló a favor de la familia Marine, otorgándoles una indemnización de $3.5 millones de dólares. El Dr. Monash, por su parte, apeló la decisión y niega las acusaciones de negligencia. Un punto clave de controversia es la alegación de la defensa de que el Dr. Monash habría estado involucrado en otras 12 muertes con características similares, una información que el Dr. Monash califica de "lista inexacta".
La investigación continúa, y el caso deja abierta la interrogante sobre la responsabilidad médica y las consecuencias de decisiones fatales en el campo de la cirugía bariátrica.